miércoles, 11 de febrero de 2015

Al viejo pescador (I),






Y ahí lo veo en otro atardecer, audaz, feliz, paciente…
Compartiendo su amor al mar con tanta gente.

Viendo el Sol que poco a poco se acuesta,
y nacen las estrellas, de una gran orquesta.

Me mostró el arte pesquero de antaño,
aquel que respeta, día tras día, año tras año.

Cuidando del mar, sus humildes frutos recogiendo.
Y yo, sus señas y consejos fui siguiendo…

Y no vuelve nunca a casa en vano,
como aquel gran barco lejano.

Aquel barco que mutila el fondo,
que lo daña en lo más hondo…

Y tus nietos orgullosos, del abuelo pescador:
El mayor placer para un hombre mayor.

Satisfecho de tu gran cebo: la ilusión.
Algo que no sólo llena el estómago…

¡También el corazón…!


miércoles, 4 de febrero de 2015

Defunción de funciones,





Tenemos casi tres millones

de funcionarios sin funciones,

que no curran ni a empujones.

Ni a su encargado encargándose

de machacarles los riñones

por sus vitalicias retribuciones

(¡¡SERÁN CABRONES!!).

Y ahí están, rascándose

la panza y los cojones.

Y con no pocas vacilaciones,

desperezando ensoñaciones,

terminan la jornada acordándose:

“¡BIEN! ¡MAÑANA VACACIONES!"


sábado, 31 de enero de 2015

Querer a lo amado,






Despierto sin su caricia en mi mirada...
Si maldigo mi mañana es porque
no amanece otro día,
si anochece sin su sonrisa es porque
ya no duerme a mi lado.

Soñar es difícil en una noche helada...
Si quiero a otra no es porque
no la ame todavía,
si busco otros labios no es porque
en ella no siga anclado.

La tormenta me desvela la madrugada...
Si ya no hay sitio para dos es porque
me gana la melancolía,
si me pierdo en otras piernas es porque
el amor no he olvidado.

La última vez que la vi la dejé abandonada...
Si pienso en ella no sólo es porque
la quería,
si digo que la olvido es sólo porque
olvido mi pasado.

Recito versos con mi vista ya cansada...
Si admiro a una mujer no es porque
dije que la olvidaría,
si vuelvo a decir te amo es porque
a otro ser he amado.


miércoles, 21 de enero de 2015

¿Jugamos?


Marzo de 2013



Aunque me alegré por su bienvenida
sigo sin enrocarme por pendones.
Después de ti no valen mis cojones 
las reinas australes de la partida.

Echando piezas a acción diferida
cojo en un burro sigo a trompicones.
Entre alfileres, si no a empujones,
a punto de tomar otra salida.

Desde tu torre (que ya he visitado)
tus pecas me brindan tus dos pecados 
y tu carita de culo perfecto,

mientras meneas tu cuerpo selecto...
¿Qué si juego? Has dado con mi defecto.
No hasta dar a tu Rey por ahogado.

lunes, 19 de enero de 2015

Un simple esquizofrénico con la ILUSIÓN de curarse,


Dedicado a Nando -por tener esa ilusión e intentarlo- y a Bet -por acompañarlo-.





Sólo mi verso cuenta lo vivido,
con la Luna, siempre mi fiel testigo.
Sólo tu pintura sirve de abrigo
en tu cueva lejos de nuestro olvido.

Despierta la ilusión, tu algarabía.
Dibuja el alma a la palabra escrita.
Disfruta con pasión de tu varita
mágica, fiel musa de tu alegría.

Cubre de vida el lienzo, con tu mano,
y siéntete como único profeta,
ya que el pintor logra, como el poeta,
darle la eternidad a lo mundano.

miércoles, 14 de enero de 2015

Rumbo al Cabo de Buena Esperanza,





Cuentan que partió, vivo y ensoñado,
buscando el Cabo donde la Esperanza
desea buenos vientos con bonanza
al amante del mar desamparado.

Con el rumor del mar del Sur se ha criado
y, con su porvenir en la balanza,
se inclinó por los mares y su danza.
Anoche lo vi, débil y agotado,

descansando a mitad del derrotero.
Sosteniendo en la mano un pergamino,
se aferró con los pies a su velero,

y, sonriendo, alejando al desatino,
susurró la verdad del marinero:
- Entre sueños descansa mi destino.


martes, 6 de enero de 2015

A la Gran Dama del Mediterráneo,



La Tramontana,





Dueña del mar en Menorca o l’Empordà;
hasta Josep Plà le concedió una oda.
Todo árbol tiene un gemido mágico,
si la veleta señala el ártico.
No nos deja pálidos la señora;
sin ella escuece la calma, y se añora.
Arde la sangre, colorea la aurora,
desde Los Alpes llega a cualquier hora.

Posee el temor -y amparo- de la verdad,
de noches sin luna, y la necesidad
de llegar a buen puerto sin tormento.
El ocaso dará paso a más viento
sin descanso. El eco del lamento
de nuestro vendaval sopla sin piedad.