Y ahí lo veo en otro atardecer, audaz, feliz, paciente…
Compartiendo su amor al mar con tanta gente.
Viendo el Sol que poco a poco se acuesta,
y nacen las estrellas, de una gran orquesta.
Me mostró el arte pesquero de antaño,
aquel que respeta, día tras día, año tras año.
Cuidando del mar, sus humildes frutos recogiendo.
Y yo, sus señas y consejos fui siguiendo…
Y no vuelve nunca a casa en vano,
como aquel gran barco lejano.
Aquel barco que mutila el fondo,
que lo daña en lo más hondo…
Y tus nietos orgullosos, del abuelo pescador:
El mayor placer para un hombre mayor.
Satisfecho de tu gran cebo: la ilusión.
Compartiendo su amor al mar con tanta gente.
Viendo el Sol que poco a poco se acuesta,
y nacen las estrellas, de una gran orquesta.
Me mostró el arte pesquero de antaño,
aquel que respeta, día tras día, año tras año.
Cuidando del mar, sus humildes frutos recogiendo.
Y yo, sus señas y consejos fui siguiendo…
Y no vuelve nunca a casa en vano,
como aquel gran barco lejano.
Aquel barco que mutila el fondo,
que lo daña en lo más hondo…
Y tus nietos orgullosos, del abuelo pescador:
El mayor placer para un hombre mayor.
Satisfecho de tu gran cebo: la ilusión.
Algo que no sólo llena el estómago…
¡También el corazón…!
¡También el corazón…!
No hay comentarios:
Publicar un comentario