Soñé que hacías footin’, o lo que fuera,
y se me puso la piel de gallina
dudando de si era amor o follera.
Aunque, sabiendo la que se avecina,
con tanto pantalón de cremallera,
bufandas y el look de la vecina
(si, empiezo a fijarme en la pescadera…);
hará falta compañía femenina.
El Salvador sufre ahora sordera,
cuando le pido, a su gracia divina,
¡qué lleguen las faldas de primavera!
Si no tercia, que me mande una mina
O bien, si no es mucho pedir, quisiera:
¡despertarme mañana en Argentina!