lunes, 8 de mayo de 2017

Mi centinela




Adoro todo cuanto nos reclamas;
la calma, tu a sosiego, la alegría,
las ansiadas ganas de rebeldía
bañada en salitre, que ya tanto amas.

Ni tampoco repudio lo que tramas
mirando al mar del sur con pillería,
con tu aire insolente de picardía
con el brillo de tus ojos exclamas:

¡Al agua! Con siroco o tramontana,
con prisas, sin temor y sin cautela.
Siempre deseosa, mi audaz guardiana,

de embarcarte, ligera, a toda vela.
Te saqué de tierra adentro, Xalana,
¡perteneces al mar, mi centinela!